En un artículo anterior, te dábamos consejos para preparar helados de frutas cremosos. Si ya lo has leído, sabrás que el éxito no está solo en la técnica, sino también en la elección de los ingredientes.
Hay un elemento que muchas veces se pasa por alto y es, precisamente, el corazón del helado: la fruta. Desde nuestro obrador en la Costa Brava, sabemos que elegir bien la fruta es tan importante como dominar la receta.
La fruta: el ingrediente esencial para un helado de calidad
En la elaboración de helados cremosos, la fruta no es solo un sabor. Es una fuente de agua, azúcares naturales, textura y, sobre todo, autenticidad. Para obtener un buen resultado, no basta con añadir cualquier fruta: su madurez, variedad y frescura son determinantes para lograr una textura suave y un sabor intenso.
En la Costa Brava encontramos auténticas joyas: melocotones de viña, fresas del Empordà, albaricoques dulces o melones aromáticos que elevan cualquier receta casera.
¿Por qué la fruta marca la diferencia?
- Aporta dulzor natural, reduciendo la necesidad de añadir azúcar.
- Contiene fibra que, en algunos casos, ayuda a mejorar la textura del helado.
- Influye en la consistencia: frutas como el plátano o el mango tienen propiedades emulsionantes naturales que aportan cremosidad.
- Define el perfil aromático: cuanto más madura y sabrosa la fruta, más potente y equilibrado será el sabor final.
Nuestra recomendación: elige fruta local, de temporada y muy madura. Es el secreto que utilizamos cada día en nuestra heladería artesanal para conseguir ese sabor natural que tanto nos distingue.
Además, no todas las frutas se comportan igual al congelarse. Algunas, como las frutas con alto contenido en pectina (como los frutos rojos), aportan cierta estructura que contribuye a una mejor textura. Otras, como la sandía o la piña, tienen más agua y requieren un mayor control del resto de ingredientes para evitar que cristalicen. Conocer las propiedades de cada fruta es fundamental para conseguir el equilibrio perfecto.
En nuestro obrador, aprovechamos esta experiencia para combinar sabores y texturas que respetan el producto original. El resultado: helados cremosos con fruta real, sin perder ni una pizca de su frescura ni de su carácter mediterráneo.
Costa Brava: inspiración natural
La Costa Brava, con su clima mediterráneo y su diversidad agrícola, es un paraíso de la inspiración para los amantes del helado natural.
Hacer helados cremosos de fruta es una manera perfecta de disfrutar del sabor de la Costa Brava durante todo el año. Y si prefieres saborearlos directamente, siempre puedes visitar nuestra heladería o pedirlos en los restaurantes con los que trabajamos.